Entra Josetxo en un restaurante de Madrid y se sienta en la mesa.
Echa un vistazo a su alrededor y descubre a una hermosa rubia de prominentes
senos en una mesa cercana.
Llama al camarero y le indica que le sirva a la
mujer la botella del Moët Chandon más caro que tengan, seguro de que, si la
mujer la acepta, se rendirá a sus pies.
El camarero lleva la botella a la mesa de la dama.
- Esto, de parte del joven de aquella mesa - dice señalando a Josetxo.
La mujer mira la botella durante un segundo y escribe una nota para Josetxo.
El camarero se la entrega a su destinatario.
La nota dice:
"Sin duda usted tiene mucha clase, de esa que sólo tienen los
"bilbainos", pero para que yo acepte esta botella, también debería tener un
Mercedes en su garaje, un millón de Euros en el Banco y 20 cm . dentro de
sus pantalones".
Después de leer la nota, Josetxo decide contestar con otra
tarjeta que entrega al camarero. La nota dice:
"Efectivamente soy de Bilbao y, para poder cumplir sus condiciones, podría
vender mi Ferrari Modena 360 y mi BMW 850 y quedarme sólo con el Mercedes
600 SEL en mi garaje; también podría donar doce de los trece millones de
Euros que tengo en mi cuenta, para así quedarme sólo con uno; pero... ni por
una mujer tan hermosa como Ud. me cortaría cinco centímetros."
P.D:
Devuélvame la botella".
ATENCIÓN....
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Si algún autor desea reclamar sus derechos, pónganse en contacto con euclidex@gmail.com .
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viernes, 12 de junio de 2015
EL CURA
Un niño de 9 años vuelve a casa antes de lo previsto al haber acabado las clases antes.
Al entrar, ve a su madre con un hombre que no conoce desnudos en la cama, y al darse cuenta que no se han percatado de su presencia, se esconde en el armario para observar lo que hacen.
En esto que el marido de la mujer llega también antes de hora, y
la mujer mete a toda prisa a su amante en el armario, sin darse cuenta que dentro estaba su hijo. El niño dice:
-Esta muy oscuro aquí dentro.
El hombre contesta sorprendido:
-Sí, así es.
-Tengo un balón de fútbol.
-Ah, muy bien.
-¿Quieres comprarlo?
-No, gracias.
-Mi padre esta ahí fuera.
-De acuerdo, ¿cuanto pides por el?
-500 Euros
-Un poco caro, pero de acuerdo.
Unas semanas mas tarde sucede de nuevo lo mismo, y el niño y el amante se encuentran de nuevo escondidos en el armario. Le dice el niño:
-Esta muy oscuro aquí dentro.
-Sí, así es.
-Tengo unos guantes de portero.
El amante, recordando la última vez que se encontraron, pregunta:
-¿Cuanto pides por ellos?
-500 Euros.
-De acuerdo.
Pocos días mas tarde, el padre le dice al niño:
-Coge tu balón y guantes deportero, y vamos fuera a jugar un rato.
El niño contesta:
-No puedo, los he vendido.
El padre pregunta:
-¿A qué precio?"
-1000 Euros.
El padre contesta:
-Es terrible aprovecharse de un amigo... Ese precio es exagerado por las dos cosas... Hoy vamos a la iglesia para que te confieses.
Juntos se dirigen a la iglesia, y una vez allí el padre mete al niño en el confesionario.
-Esta muy oscuro aquí dentro.
El cura contesta:
-No empieces de nuevo, hijo de puta...
Al entrar, ve a su madre con un hombre que no conoce desnudos en la cama, y al darse cuenta que no se han percatado de su presencia, se esconde en el armario para observar lo que hacen.
En esto que el marido de la mujer llega también antes de hora, y
la mujer mete a toda prisa a su amante en el armario, sin darse cuenta que dentro estaba su hijo. El niño dice:
-Esta muy oscuro aquí dentro.
El hombre contesta sorprendido:
-Sí, así es.
-Tengo un balón de fútbol.
-Ah, muy bien.
-¿Quieres comprarlo?
-No, gracias.
-Mi padre esta ahí fuera.
-De acuerdo, ¿cuanto pides por el?
-500 Euros
-Un poco caro, pero de acuerdo.
Unas semanas mas tarde sucede de nuevo lo mismo, y el niño y el amante se encuentran de nuevo escondidos en el armario. Le dice el niño:
-Esta muy oscuro aquí dentro.
-Sí, así es.
-Tengo unos guantes de portero.
El amante, recordando la última vez que se encontraron, pregunta:
-¿Cuanto pides por ellos?
-500 Euros.
-De acuerdo.
Pocos días mas tarde, el padre le dice al niño:
-Coge tu balón y guantes deportero, y vamos fuera a jugar un rato.
El niño contesta:
-No puedo, los he vendido.
El padre pregunta:
-¿A qué precio?"
-1000 Euros.
El padre contesta:
-Es terrible aprovecharse de un amigo... Ese precio es exagerado por las dos cosas... Hoy vamos a la iglesia para que te confieses.
Juntos se dirigen a la iglesia, y una vez allí el padre mete al niño en el confesionario.
-Esta muy oscuro aquí dentro.
El cura contesta:
-No empieces de nuevo, hijo de puta...
LA SABIDURIA DE LOS AÑOS
Un viejo tenía un lago en su finca.
Después de mucho tiempo, decide ir a ver si estaba todo en orden.
Cogió un cesto para aprovechar el paseo y traer unas frutas por el camino..
Al aproximarse al lago, escuchó voces animadas. Vio un grupo de
mujeres bañándose, completamente desnudas. Al verlo, todas se fueron a la parte más honda del lago, manteniendo solamente la cabeza fuera del agua. Una de las mujeres gritó:
-¡No saldremos mientras usted no se aleje!
El viejo respondió:
-¡Yo no vengo hasta aquí para verlas nadar o salir desnudas del lago!
Levantando el cesto, les dijo:
- Estoy aquí nada más para alimentar al cocodrilo….
MORALEJA:
Edad, experiencia y reflejos triunfan sobre juventud e inexperiencia
Al aproximarse al lago, escuchó voces animadas. Vio un grupo de
mujeres bañándose, completamente desnudas. Al verlo, todas se fueron a la parte más honda del lago, manteniendo solamente la cabeza fuera del agua. Una de las mujeres gritó:
-¡No saldremos mientras usted no se aleje!
El viejo respondió:
-¡Yo no vengo hasta aquí para verlas nadar o salir desnudas del lago!
Levantando el cesto, les dijo:
- Estoy aquí nada más para alimentar al cocodrilo….
MORALEJA:
Edad, experiencia y reflejos triunfan sobre juventud e inexperiencia
LA VEJEZ
Dos hombres ancianos hablan sobre el envejecimiento, y uno le dice al otro:
- La peor parte se la llevan nuestras mujeres, y además ellas se niegan a admitir que envejecen y tratan siempre de esconder sus achaques.
- Tienes mucha razón, pero he encontrado un buen truco para
hacerles ver sus discapacidades a través de un sencillo juego:
Así, si quieres saber si tu mujer empieza a quedarse sorda, colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta. Después, cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros . Después a 2 metros, y después a 1 metro. Y entonces no le quedará más remedio que aceptar que se está quedando sorda…
El otro encuentra la idea muy buena y cuando vuelve a casa se coloca a 10 metros de su mujer y le pregunta con voz fuerte:
- Cariño, ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta. Entonces se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo:
– Cariño, ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta tampoco, por lo que se acerca a 2 metros y le vuelve a preguntar:
– Cariño, ¿qué hay de cena?
Sigue sin recibir respuesta. El tipo, divertido por el funcionamiento del truco de su amigo, se aproxima a apenas un metro y grita:
– Cariño, ¿qué hay de cena? Su mujer se gira y le dice, con cara de exasperación:
- Te lo digo por cuarta vez, gilipollas ¡¡¡ sopa y croquetas !!!
Moraleja:
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lucas 6, 41-42)
- La peor parte se la llevan nuestras mujeres, y además ellas se niegan a admitir que envejecen y tratan siempre de esconder sus achaques.
- Tienes mucha razón, pero he encontrado un buen truco para
hacerles ver sus discapacidades a través de un sencillo juego:
Así, si quieres saber si tu mujer empieza a quedarse sorda, colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta. Después, cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros . Después a 2 metros, y después a 1 metro. Y entonces no le quedará más remedio que aceptar que se está quedando sorda…
El otro encuentra la idea muy buena y cuando vuelve a casa se coloca a 10 metros de su mujer y le pregunta con voz fuerte:
- Cariño, ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta. Entonces se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo:
– Cariño, ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta tampoco, por lo que se acerca a 2 metros y le vuelve a preguntar:
– Cariño, ¿qué hay de cena?
Sigue sin recibir respuesta. El tipo, divertido por el funcionamiento del truco de su amigo, se aproxima a apenas un metro y grita:
– Cariño, ¿qué hay de cena? Su mujer se gira y le dice, con cara de exasperación:
- Te lo digo por cuarta vez, gilipollas ¡¡¡ sopa y croquetas !!!
Moraleja:
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lucas 6, 41-42)
LA PLANTACIÓN
Un tipo vivía obsesionado con su plantación de naranjos y todos los días inventariaba árbol por árbol. Un día, en su inventario diario, le hizo falta una naranja, así que el hombre fue a revisar todos los libros de inventario y confirmó que efectivamente le hacía falta una naranja. No le dio más importancia pero al otro día le hizo falta otra naranja y así durante toda la semana.
Al final de semana el hombre estaba muy molesto y se dijo:
"Aquí alguien me está robando."
Esa misma noche sacó su escopeta y esperó al ladrón subido en uno de los árboles. En la madrugada ve una sombra que se escabulle por entre los árboles y se dice:
"Aquí está ese maldito, le llegó su hora."
En eso, el ladrón subió en el mismo árbol en el que estaba el dueño de las naranjas. Entonces, cuando pasó cerca de él le agarró los testículos y se los apretó lo más duro que pudo preguntando:
"¿Quién eres?"
Y el ratero, paralizado del dolor sólo atinaba a decir:
"Mmhhhhhmmh."
El propietario volvió a preguntar al tiempo que apretaba más fuerte: "¿Quién eres?"
Y ladrón sólo decía:
"Mmmhhhhmmmm..."
El dueño, enfurecido, apretó con mucho más fuerza, jalándolos hacia la derecha, la izquierda, para arriba, para abajo, y preguntó otra vez:
"¿Quién eres?"
Entonces, el ladrón, sacando fuerza de donde pudo, exclamó: "¡¡Mmmiguel eell mmmudo!!"
Moraleja:
Existiendo dos buenas razones ...hasta los mudos hablan.
Al final de semana el hombre estaba muy molesto y se dijo:
"Aquí alguien me está robando."
Esa misma noche sacó su escopeta y esperó al ladrón subido en uno de los árboles. En la madrugada ve una sombra que se escabulle por entre los árboles y se dice: "Aquí está ese maldito, le llegó su hora."
En eso, el ladrón subió en el mismo árbol en el que estaba el dueño de las naranjas. Entonces, cuando pasó cerca de él le agarró los testículos y se los apretó lo más duro que pudo preguntando:
"¿Quién eres?"
Y el ratero, paralizado del dolor sólo atinaba a decir:
"Mmhhhhhmmh."
El propietario volvió a preguntar al tiempo que apretaba más fuerte: "¿Quién eres?"
Y ladrón sólo decía:
"Mmmhhhhmmmm..."
El dueño, enfurecido, apretó con mucho más fuerza, jalándolos hacia la derecha, la izquierda, para arriba, para abajo, y preguntó otra vez:
"¿Quién eres?"
Entonces, el ladrón, sacando fuerza de donde pudo, exclamó: "¡¡Mmmiguel eell mmmudo!!"
Moraleja:
Existiendo dos buenas razones ...hasta los mudos hablan.
LOS RONQUIDOS
Llega un tipo a una casa de huéspedes y pide habitación. El encargado le dice que sólo tiene una cama en un cuarto compartido, la cual nadie quiere porque el otro huésped ron
ca muy fuerte.
El fulano le responde que no hay problema y decide compartir la habitación. A la mañana siguiente el encargado le pregunta si durmió bien.
- Perfectamente -responde.- ¡Muchas gracias!
-¿Y el señor de los ronquidos?
- Mire, apenas entré en la habitación, le di un beso en la mejilla y una palmadita en la nalga; ¡y se pasó toda la noche con los ojos abiertos y con el trasero pegado a la pared!
MORALEJA
No hay grandes problemas ... sino grandes soluciones.
ca muy fuerte.
El fulano le responde que no hay problema y decide compartir la habitación. A la mañana siguiente el encargado le pregunta si durmió bien.
- Perfectamente -responde.- ¡Muchas gracias!
-¿Y el señor de los ronquidos?
- Mire, apenas entré en la habitación, le di un beso en la mejilla y una palmadita en la nalga; ¡y se pasó toda la noche con los ojos abiertos y con el trasero pegado a la pared!
MORALEJA
No hay grandes problemas ... sino grandes soluciones.
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