Todos los días 10
hombres se reúnen en un bar para charlar y beber cerveza. La cuenta total de
los diez hombres es de 100€.
Acuerdan pagarla
de la manera proporcional en que se pagan los impuestos en la sociedad de un
país, con lo que la cosa sería más o menos así, según la escala de
riqueza e ingresos de cada uno:
A partir de
entonces, todos se divertían y mantenían este acuerdo entre ellos, hasta que,
un día, el dueño del bar les metió en un problema: “Ya que ustedes son tan
buenos clientes,” les dijo, “ Les voy a reducir el costo de sus cervezas
diarias en 20€. Los tragos desde ahora costarán 80€.”
El grupo, sin
embargo, planteó seguir pagando la cuenta en la misma proporción que lo hacían
antes.
Los cuatro
primeros siguieron bebiendo gratis; la rebaja no les afectaba en
absoluto.
¿Pero qué pasaba
con los otros seis bebedores, los que realmente abonan la cuenta? ¿Cómo debían
repartir los 20€ de rebaja de manera que cada uno recibiese una porción
justa?
Calcularon que
los 20 € divididos en 6 eran 3,33€, pero, si restaban eso de la porción de cada
uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían cobrando para beber, ya que el 5º
pagaba antes 1€ y el 6º 3€. Entonces el barman sugirió una fórmula en función
de la riqueza de cada uno, y procedió a calcular la cantidad que cada uno
debería pagar.
- El 5 bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada: (100% de ahorro)
- El 6º pagaría ahora 2€ en lugar de 3€: (ahorro 33%)
- El 7º pagaría 5€ en lugar de 7€: (ahorro 28%)
- El 8º pagaría 9€ en lugar de 12€: (ahorro 25%)
- El 9º pagaría 14€ en lugar de 18€: (ahorro 22%)
- El 10º pagaría 49€ en lugar de 59€:(ahorro 16%)
Cada uno de los
seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que antes: los primeros
cuatros bebedores seguían bebiendo gratis y el quinto también.
Pero, una vez
fuera del bar, comenzaron a comparar lo que estaban ahorrando.
“Yo sólo recibí
1€ de los 20 ahorrados,” dijo el 6º hombre y señaló al 10º bebedor, diciendo “
Pero él recibió 9€”
“Sí, es correcto
,” dijo el 5º hombre. “ Yo también sólo ahorré 1€; es injusto que él reciba
nueve veces más que yo.”
“Es verdad ”,
exclamó el 7º hombre. “¿ Por qué recibe él 9€ de rebaja cuando yo recibo sólo
2€? ¡Los ricos siempre reciben los mayores beneficios!”
“¡Un momento !”,
gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo. “¡ Nosotros no hemos
recibido nada de nada.
El sistema
explota a los pobres!”
Los nueve hombres
rodearon al 10º y le dieron una paliza.
La noche
siguiente el 10º hombre no acudió a beber, de modo que los nueve se sentaron y
bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron
algo inquietante:
Entre
todos ellos no juntaban el dinero para pagar ni siquiera LA MITAD de
la cuenta.
Y así es, amigos
y amigas, periodistas y profesores universitarios, gremialistas y asalariados,
profesionales y gente de la calle, la manera en que funciona el sistema de
impuestos.
La gente que paga los impuestos más altos son los que se
benefician más de una reducción de impuestos. Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a beber en algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.
La gente que paga los impuestos más altos son los que se
benefician más de una reducción de impuestos. Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a beber en algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.
MORALEJA :
El problema con
el socialismo es que uno termina quedándose sin el dinero de la otra
gente.
Y
ya lo dijo Margaret Tatcher:
"El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero... de los
demás"

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