Cuando
la clase comenzó, tomó una gran jarra de cristal y la llenó con piedras, de
unos cinco centímetros de diámetro. Entonces preguntó a sus alumnos si la jarra
estaba llena. Todos estuvieron de acuerdo en que lo estaba.
Seguidamente,
el profesor tomó una caja de guijarros y la volcó sobre la jarra, sacudiéndola
ligeramente. Los guijarros se colocaron en los huecos entre las piedras.
Entonces preguntó nuevamente a sus alumnos si la jarra estaba llena. Y
estuvieron de acuerdo.
Por
último, cogió una caja de arena y la vació sobre la jarra. La arena rellenó los
huecos que quedaban. Y preguntó una vez más si la jarra estaba llena: los
estudiantes respondieron de forma unánime que sí.
-
Quiero que os deis cuenta de que esta jarra representa vuestra vida. Las
piedras son las cosas importantes, tu familia, tu pareja, tu salud, tus
hijos... Aquellas cosas que, aunque todo lo demás se perdiera y sólo ellas
permanecieran, harían que vuestra vida estuviera llena.
- Los guijarros son
esas otras cosas que importan, como el trabajo, la casa o el coche.
- La arena es
todo lo demás, las cosas pequeñas.
Si ponemos la
arena primero en la jarra, continuó, no queda sitio para los guijarros o las
piedras. Lo mismo pasa con la vida. Si gastas todo tu tiempo y energía en las
cosas pequeñas, nunca tendrás sitio para las cosas que son realmente
importantes para ti. Presta atención a las cosas que son críticas para tu
felicidad. Juega con tus hijos. Sal con tu pareja a bailar. Siempre habrá tiempo
para ir a trabajar, limpiar la casa, invitar a gente a cenar y arreglar
desperfectos.
Preocúpate
primero de las piedras, las cosas que realmente importan. Fija tus prioridades.
Lo demás es sólo arena.
Entonces uno de
los alumnos pidió acercarse al profesor y vació dos latas de cerveza en la
jarra, completando los escasos huecos que dejaba la arena.
MORALEJA
Por muy ocupado
que estés en la vida, siempre hay espacio para una cerveza.
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