Era el año 1895,
España invadió la nación de Cuba y comenzaron a oprimir brutalmente a sus
ciudadanos. La situación se complicó tanto que las personas de la Habana
escribían en las calles que querían ser liberadas de la opresión española.
El Presidente
McKinley de EEUU, debido a la cercanía con Cuba y los intereses financieros con
la isla, mandó la fragata “Maine” a estar vigilantes de lo que ocurría en la
isla. Su objetivo principal no atacar a España sino como un esfuerzo
pre-policial para que lo españoles supieran que había alguien con los ojos en
lo que estaba sucediendo.
En febrero de 1898
una explosión hundió la fragata. Justo después de esto los EEUU declararon la
guerra a España e iniciaron lo que nosotros conocemos como la guerra
hispanoamericana. Antes de declarar la guerra, el presidente Mckinley llamo a
su Jefe de Inteligencia Militar: El Coronel Arthur Wagner.
Él le dijo que
necesitaba un hombre que pudiera encontrar a “García”.
Calixto García
era el jefe de las fuerzas rebeldes de Cuba y estaba escondido en las selvas de
la isla. El ejército español estaba tras García y no habían podido encontrarlo.
El Presidente
Mckinley le pregunta al Coronel Wagner si tiene a alguien que puede llevar un
mensaje a García. El Coronel Wagner responde: Si hay alguien que puede llevar
este mensaje a García es en Teniente Summer Rowen.
Lo llamaron, le
dieron la orden y se fue de inmediato sin hacer ni una pregunta. A las tres
semanas llegó de vuelta con la respuesta de García. Logró la tarea.
Luego que EEUU
ganó la guerra en 1899, el editor de una revista llamado Elbert Hubbert estaba
conversando con su familia sobre la guerra. Debatían sobre quién fue el héroe
de la guerra y la mayoría de ellos coincidían en que Calixto García era dicho
héroe.
De repente, el
hijo de Elbert Hubbert, Bart, dice: Papá, sin menospreciar al General García,
en mi opinión, el verdadero héroe de la guerra fue El teniente Rowan porque él
fue el que le llevó el mensaje a García.
En ese momento
Elbert Hubbert se paró rápidamente de su silla, se fue a su estudio y comenzó a
escribir ese pequeño artículo sin tener una idea que eventualmente iba a
circular alrededor del mundo.
A continuación
coloqué parte del artículo. Fue escrito hace más de 100 años. Estoy seguro que
pensarás que fue escrito ayer:
“…Al punto que yo
quiero llegar es a este: Mckinley le dio a Rowan una carta para ser entregada
al Coronel García.
Rowan tomó la
carta sin preguntar: ¿Dónde está García?
Por Dios, aquí
hay un hombre al cual se le debe hacer una estatua de bronce y colocarla en
cada Universidad del mundo. Lo que un joven necesita no aprendizaje teórico, no
son conocimientos para esto o aquello, sino mas bien apegarse a una disciplina
que los haga ser leales a una causa, a actuar rápido, a concentrar sus
energías: hacer el trabajo – “Llevar un mensaje a García”…
…Tú que estás
leyendo, haz una prueba de lo que te digo. Imagínate que estas sentado en este
momento en tu oficina. Llamas a seis de tus empleados, escoges a uno le
haces la siguiente petición: “Por favor hazme un pequeño resumen concerniente a
la vida de Correggio”.
¿Tu empleado te
dirá con una voz calmada: “Si Señor” y saldrá a hacer la tarea que le mandaste?
¡Por mi vida que
no!
El te mirará a
los ojos con una mirada extraña y te hará algunas de estas preguntas:
¿Quién era él?
¿Qué
enciclopedia?
¿Dónde está la
enciclopedia?
¿Fui yo
contratado para esto?
¿Por qué no mejor
de otra persona?
¿Por qué mejor no
lo hace Carlos?
¿Está muerto?
¿Estás apurado?
¿No prefieres que
busque el libro y tú lo encuentras?,
¿Para qué
necesitas saber sobre la vida de Correggio?
… Ahora
bien, si tu eres sabio no te molestarás en explicar a tu “ayudante”
que Correggio lo puedes encontrar en un índice debajo de las “C’s”, no en las
“K’s”, pero usted sonreirá de una manera dulce y dirá: “No te preocupes,” e
irás a buscarlo tu mismo.
Mi corazón está
con el hombre que hace su trabajo cuando el jefe está ausente, así como cuando
el jefe está en la oficina. Y que, cuando se le da una carta para García, toma
rápidamente la encomienda sin hacer ninguna pregunta idiota, y sin la intención
de arrojarla cuando nadie lo vea en la alcantarilla de la esquina, o sin tener
que hacerlo, igual hace lo correcto. Este hombre nunca consigue ser despedido,
ni tiene que ir a una huelga para pedir que le aumenten su salario. La
civilización está en una larga y concienzuda búsqueda de tales individuos.
Cualquier cosa que ese hombre pida le será concedida, su clase es tan rara que
ningún patrón se puede dar el lujo de dejarlo ir. Lo necesitan en cada ciudad,
pueblo o aldea, en cada oficina, tienda, almacén y fábrica. El mundo grita
fuertemente para conseguirlo, él es necesario, extremadamente
necesario.
EL HOMBRE QUE PUEDE LLEVAR UN MENSAJE A GARCÍA"
EL HOMBRE QUE PUEDE LLEVAR UN MENSAJE A GARCÍA"
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