Mi mujer y yo
estábamos sentados a la mesa en la reunión de mis excompañer@s de universidad.
Yo contemplaba a una mujer sentada en una mesa vecina, totalmente borracha que
se mecía con su bebida en la mano.
Mi mujer me preguntó:
– ¿La conoces?
– Sí -suspiré-, es mi ex-novia.
Supe que se dio a la bebida cuando nos separamos hace algunos años y me dijeron que nunca más estuvo sobria.
– ¡Dios mío! – exclamó mi mujer ¡Quién diría que una persona puede celebrar algo durante tanto tiempo!
Mi mujer me preguntó:– ¿La conoces?
– Sí -suspiré-, es mi ex-novia.
Supe que se dio a la bebida cuando nos separamos hace algunos años y me dijeron que nunca más estuvo sobria.
– ¡Dios mío! – exclamó mi mujer ¡Quién diría que una persona puede celebrar algo durante tanto tiempo!
Moraleja :
Siempre hay dos maneras de ver las cosas …
No hay comentarios:
Publicar un comentario